Nobel de economía: reflexión para un país polarizado

Publicado en por CONTRAPUESTOS

Por: Iván Dario Hernández
Investigador del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID)
Director del Doctorado en Economía de la Universidad Nacional de Colombia
idhernandezu@unal.edu.co


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Bogotá, octubre 14 de 2009 (Prensa CID). Una posible interpretación del significado de los Nobel de este año es que el sistema económico está compuesto por diversas instituciones como las empresas y las comunidades, entre otras. El mercado, institución económica por excelencia, coexiste con otras instituciones y, más aún, es codependiente y coevoluciona por medio de la interacción con dichas instituciones.

 

En su trabajo clásico The Evolution of Institutions for Collective Action (Gobernando los Comunes -bienes comunales-) Ostrom muestra que, bajo ciertas condiciones, las comunidades pueden auto-organizarse democráticamente si cuentan con el derecho para hacerlo.

 

En el mismo sentido, Williamson muestra que bajo estructuras jerárquicas puede resolverse problemas de aprendizaje y de incertidumbre. Y en este orden de ideas, cada institución tiene una razón de ser. Sin embargo, tienen tanto alcances como límites y varían de acuerdo a cada contexto cultural e histórico. La razón de ser de cada institución por tanto es específica.

 

De esta forma, Ostrom y Williamson reorientan el debate económico no como sistema uni-institucional, donde el mercado prima, y sólo cuando este falla el resto de instituciones cobran sentido. Por el contrario, el sistema económico es multi-institucional (mercados, empresas, comunidades, Estado, familias, entre otros). No existen instituciones ‘talla única’, transversales y apropiadas para todos los países o para las todas regiones.

 

No hay buenas o malas instituciones, ya que dependen de un contexto y de una historia. En una situación podrían ser apropiadas y en otras no tanto. Cada una tiene su razón de ser y de existir propia, pero no para cubrirle la espalda al mercado.

 

Mucho menos puede afirmarse entonces que la existencia de instituciones, como el Estado, implica una interferencia con el libre funcionamiento del mercado. La coevolución de estas instituciones es un discurso muy diferente al heredado del siglo XX en debates maniqueos como mercado vs. Estado, capitalismo vs. socialismo, descentralización vs. planificación central.

 

La mirada de Elinor Ostrom y de Oliver Williamson es más amplia, más plural, basada en la complejidad del sistema económico y no una mirada unidimensional sobre los problemas sociales en general, lo cual ofrece una interesante reflexión para Colombia.

 

El país se encuentra polarizado tanto en materia política como económica, está atrapado en una visión unidimensional, de blancos o negros, donde quien no está conmigo está contra mí, donde si no es el mercado es el Estado, si no es el capitalismo es el socialismo. Se torna así, en una base teórica y conceptual para radicalismos.

 

Sin embargo, Ostrom y Williamson -reconocidos neo institucionalistas- permiten abrir el entendimiento y ofrecer visiones suplementarias e incluso alternativas de la corriente convencional del pensamiento económico.

 

El rezago de los Nobel de economía


Los premios Nobel en economía deberían ser otorgados dos o tres por año, ya que en relación con otros premios nobel la economía va muy rezagada. Por lo general, los Nobel en economía se entregan a trabajos desarrollados durante las décadas de 1970 y 1980 mientras que en las demás áreas se están reconociendo contribuciones más recientes.

 

Por lo tanto, no se puede caer en la falacia de que estudiar lo que hacen los Nobel implica estar a la ‘última moda’, sino, por el contrario, es necesario revisar los avances más recientes, los cuales de seguir a este ritmo serán reconocidos en 20 o 30 años.

 

Sin embargo, la academia colombiana, en general, debe ir varios pasos adelante. Existen visiones convencionales, alternativas y suplementarias que es donde están los avances más recientes. Los grupos de investigación en economía, transdisciplinarios e interdisciplinarios del país deberían enfocarse -algunos ya lo están haciendo- en estos avances, sin olvidar los clásicos, ni los Nobel.

 

Los premios Nobel son un llamado a no quedar rezagados y los galardonados este año, justamente, ayudan a sacudirnos de dicha mirada maniquea del sistema económica, también de moda en el ámbito político.


 

Tomado de: http://www.cid.unal.edu.co/cidnews/index.php/nobel-de-economia-reflexion-para-un-pais-polarizado.html el 15/10/09

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